viernes, 7 de octubre de 2011

Cuidate, queréte, lee las etiquetas!

Estaba desayunando tranquila en casa, pensando pelotudeces como siempre.
El tema de hoy era la cantidad de mendicrim que como. Un pote me dura dos desayunos. Me encanta, no puedo evitar ponerle muchísimo.
Si bien es un gran gasto monetario, yo me consolaba pensando en la cantidad de calcio que debo estar consumiendo y cómo estoy previniendo la osteoporosis.
Entonces hoy, de la nada, agarro el pote, para leer cuánto calcio aporta y justificar mentalmente el desproporcionado gasto.
Para mi sorpresa, ¿con qué me encuentro? Del calcio no dice minga, y si dice que tiene grasas trans.
Grasas trans! las peores! las que te terminan dando colesterol!
la concha de tu madre! que farsa el mendicrim!
Moraleja: voy a desayunar galletitas con aderezos, porque ni la mayonesa ni el ketchup tienen grasas trans.

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