miércoles, 22 de diciembre de 2010

El calor y los valores

Comprobé que la resistencia que tengo a dejar en descubierto las numerosas arañitas violetas fosforescentes que se están apoderando de mis piernas cual peste bubónica reproduciéndose escandalosamente desde que crucé la barrera de los 30 es inversamente proporcional al calor que hace.

En otras palabras, cuanto mas calor, menos pudor.

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