martes, 5 de abril de 2011

No me emborracharé bajo los puentes, II

Evaluación semanal de los cambios ante la ausencia de la obligación de trasladarse del domicilio propio a un ámbito laboral.

- El día no empieza antes de las diez de la mañana (capaz no suena tan transgresor pero para una mente obse que sabe que antes de las diez se consiguen las mejores frutas y verduras frescas, vaya que lo es).

- Tomo menos alcohol.

- Nunca laburé de uniforme. Llamativamente, justo en este momento, la vida me asignó un uniforme: no sé cómo ni por qué, pero siempre luzco jogginetas.

- El único pendiente que sigo evadiendo de mi lista de la semana pasada es sacar turno con el dentista.

- El porcentaje de cosas que me rompen las pelotas pasó de un 99% a menos de un 20%.

No hay comentarios:

Publicar un comentario