miércoles, 25 de agosto de 2010

Retomando...

Dejo constancia que estoy muy bien cogida. No me reprimo en lo más mínimo y disfruto de mi sexualidad plenamente. No es eso lo que me lleva a los niveles de irritabilidad que atestiguaron (si hay alguien ahí que lea esto) la semana pasada.

Tampoco son las hormonas, porque gracias a un acierto de mi ginecóloga, hace más de un año que no menstrúo.

Y soy nena, lo aseguro.

Mi irritabilidad proviene de una sencillísima realidad: no me gusta trabajar.

Y también de un combo de otras realidades: valoro muchísimo el silencio, adoro la eficiencia, desprecio el facilismo (realmente abofetearía a la gente que siempre pregunta a otro para evitarse el esfuerzo de resolver por sí mismo), y algunos etcéteras más, que justamente no son factores “alcoyana-alcoyana” de los mundos laborales.

Pero bueno, pese a todas mis pretensiones, necesito el dinero. Necesito el dinero para vivir mi vida real, que sucede antes y después de este paréntesis.

Entonces, vuelvo al blog


“Era, por lo demás, uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla. Habrán observado que son personas que contemplan su destino de la misma forma en que la mayoría acostumbra contemplar un día de lluvia”

(A. Baricco, “Seda”)

2 comentarios:

  1. clark kent de qué labura para tener tanto mal humor? le escribe las redacciones a Alf.. perdón a majul??

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  2. Construyo castillos de naipes en una oficina con mucha corriente de aire

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