martes, 30 de noviembre de 2010

Crónica cotidiana: No doy más

Entre la hija de puta que dejó la bolsa de azúcar rota en la "alacena", sin avisar, volviéndome a las 9.05 am en la boluda que se volcó un kilo de azúcar encima; y que pasé todo el día escuchando la infinita cantidad de sonora flema que escupe mi jefe en su baño jerárquico (que está inconvenientemente ubicado detrás de mi escritorio) mi en principio apacible día se transformó en uno de esos donde ahora el bondi no me para y reaccionaré de una de dos posibles formas:

1 - me pondré a llorar como una idiota

2 - me treparé por la ventana del chofer a escupirlo en la cara

No hay comentarios:

Publicar un comentario