martes, 2 de noviembre de 2010

¿Para qué?

Me compré una bicicleta fija. Sí, ya sé: soy una conchuda. Lo sé muy bien.
Todo empezó porque iba a venir a laburar en bici pero me da miedo todas las avenidas con conductores irrespetuosos del ciclista que tendría que transitar, y a la vez tenía necesidad de algún tipo de ejercicio aeróbico, para aumentar mi capacidad pulmonar y además fortalecer mi gran concha y poder ser más conchuda todavía, y acá estoy.
Tres días hace que la uso.
No puedo dejar de notar su correspondencia con la vida misma.
Pedalear, y pedalear y pedalear, y no llegar jamás a ningún lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario