martes, 8 de febrero de 2011

Rutina, rutina y rutina.

1 - Salí 2 (sí, tan sólo dos) minutos más tarde de lo usual de mi casa para el trabajo y eso me significó una demora de 20 (sí, veinte) minutos en la hora de llegada.
Lo chequeé con el reloj, de posta.

2 - Nunca me gustó ir al colegio. Hoy, muchísimos años después de haber egresado, comprobé que ver las vidrieras plagadas de productos de librería escolar, uniformes y equipos de gimnasia en febrero, me produce el mismo nivel de angustia que cuando iba a la primaria.

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