lunes, 3 de enero de 2011

Feliz año nuevo!

Bueno, por fin, pasaron las fiestas.

No me gustan las fiestas, creo que no hace falta mencionarlo porque habré dejado claro ya mi perfil apático. Que haya pasado todo me hace sentir un cierto alivio. Y una cierta preocupación, porque el tiempo está pasando más rapido que antes.

A pesar de eso la realidad es que la pasé espectacular, y quedé totalmente del orto, y recién hoy puedo masomenos circular sin parecer un zombie, aunque conservo las marcas alrededor de los ojos de los vasitos sanguíneos que se me explotan sin querer cuando vomito tanto. Hace rato no vomitaba tanto. O empiezo a cuidarme, o ya me pongo en lista de espera por un hígado nuevo. Mi primer día del 2011 me hace pensar si llegaré a terminarlo.

Lo que quería compartir es una reflexión importante que tuve con mis amigos en un momento del día después cuando tomábamos mate con pan dulce con sánguche de restos de carne: ¿por qué el tipo que hace las plantillas para nuestros pies malformados se llama "ortopedista", siendo que esa palabra deriva claramente de la unión de las palabras ORTO (ano, culo, caquero) y PEDO (gas que sale por el orto)? ¿es este un tirador de pedos profesional? ¿hace las plantillas con el orto? Y no me vengan con que deriva del griego "correcto" y "referido al pie", porque claramente estamos hablando de palabras que significan ojete y ventosidad que se expele del vientre por el ano.

Bueno, sin más habiendo despachado mi duda, les dejo mi deseo para el año 2011: no esperemos ni milagros, ni el momento, ni el lugar, ni el quién, ni el cómo, vivamos y ya, para que cuando estemos muertos no nos hayamos olvidado de vivir nada de lo que soñamos vivir, hagamos como de cuenta que tenemos una enfermedad terminal, porque en un tiro, es así. Días mas días menos, el final es el mismo para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario