Muy pero muy raramente alguna vez habré perdido algo.
No lo hago a propósito de conservadora, es sólo que soy demasiado consciente, tengo buena memoria y sé donde están las cosas.
Apesto a consciencia y memoria, cosa que igual hoy día, no gracias a Dios, sino gracias al estrés, estoy perdiendo.
La cuestión es que con esta costumbre de no romper ni perder nada, mis objetos pasan mucho tiempo conmigo.
Y no hay nada peor para un objeto inanimado que no tener chance de cambios en su existencia.
Creo que es por eso que cada mañana o cada noche, cuando me estoy poniendo o sacando un arito, va y se tira al inodoro. Bastante extrema me parece la salida de elegir terminar en un inodoro, por lo que respeto sus deseos y tiro la cadena, dandóle el puje necesario para nacer en su nueva vida cloacal.
El dueño de Todo Moda, agradecido.
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