Jueves desganado

Empezamos mal.
Soñé con mis traumas, se me revolvió la estantería sicológica.
Me levanté inestable.
Llegué a la parada.
Siempre vienen dos bondis juntos a la mañana (para saber por qué, ver http://esplinlaboral.blogspot.com/2010/09/develando-enigmas.html).
Se me fue el vacío y tuve que tomarme el lleno.
Subió un señor con olor a desodorante de ambiente aroma lavanda, o sea, a baño, y me lo tuve que oler todo el viaje.
Los bizcochitos de grasa me vinieron con gusto raro.
Mis compañeros laborales están meta que meta arrastrar los pies al caminar.
Estoy en una ubicación bastante desafortunada, de espaldas a los baños y a la cocina.
Entonces, la gente circula mucho por detrás mío.
Y varios circulan arrastrando los pies.
Me exaspera.
Estar así y sentir el "fffffsuiiiiiiffffzzzzzz", "fffffsuiiiiiiffffzzzzzz", "fffffsuiiiiiiffffzzzzzz", "fffffsuiiiiiiffffzzzzzz", "fffffsuiiiiiiffffzzzzzz", "fffffsuiiiiiiffffzzzzzz", "fffffsuiiiiiiffffzzzzzz", a mis espaldas, no saber quién es, la lentitud con que se acerca, ese ruido a zombie hambriento.
Me irrita tanto como escuchar los pedidos incoherentes de Silvio y su pésimo gusto musical.
Hace un año que me cambiaron la computadora y nunca pude hacer andar los parlantes, por que no sé por que puta garcha no los reconoce.
Este jueves 27 estará completamente dedicado a resolverlo.